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jueves, 11 de octubre de 2012

Aníbal el Grande

Aníbal
Aníbal es un personaje de la historia que es muy malentendido, muchas personas escuchan o leen el nombre Aníbal y no es que se les ocurra los mejores pensamientos sobre él. Sin embargo, Aníbal fue un  líder que estuvo a la altura de las circunstancias, incitado por su padre a acabar a Roma, y todo lo que tenía que ver con ella. Esto les podrá no gustar, porque a los humanos nos gusta coger bandos, y a la mayoría los han puesto del lado de los romanos. En esta entrada, voy a cambiarme de bando, y en vez de estar al bando de Escipión estaré al lado de Aníbal, por eso el título de esta entrada.

El Mundo en la época del nacimiento y primeros años de Aníbal

Aníbal nació en el año 247 a.C. con los siguientes hechos ocurridos: Después de la Primera Guerra Púnica, a Cartago le tocó entregar todas sus tierras en Sicilia, dejar libres a todos los prisioneros romanos, y pagar una indemnización alta a Roma. A esto se le sumó la Guerra de los Mercenarios, en la cual los mercenarios contratados para combatir las legiones romanas se sublevaron y se formó una guerra civil, la cual Amílcar Barca logró dominar al cabo de tres años, tiempo el cual los romanos habían aprovechado para conquistar Cerdeña que era territorio cartaginense. A esto los cartaginenses se quejaron, diciendo que estaba en contra de su tratado de paz, a lo cual los romanos respondieron declarando la guerra ofreciendo la paz si les dejaban la isla de Córcega, entonces también en dominio cartaginense, a lo cual tuvieron que aceptar por incapacidad económica.
Hamilcar, furioso, decidió irse a hacer un imperio en Iberia, para recuperar las tierras perdidas. Según el historiador Polibio, cuando Amílcar estaba frente al altar sacrificando un animal, le preguntó a su hijo Aníbal, que entonces tenía unos nueve años, que si quería ir con el a Iberia, a lo cual el respondió que si con entusiasmo, entonces Amílcar lo hizo poner una mano al animal, y le hizo jurar que iba a hacer todo lo posible para que Roma cayera, y que nunca fuera a ser amigo de los romanos.
El juramento hecho, se embarcaron a Iberia y en el año 236 a.C.  llegaron a Iberia, y fundaron la primera ciudad cartaginense en Iberia, Gadir, (Cádiz) el centro de operaciones de la nueva colonia cartaginense.

Pocos años después Amílcar murió en un ataque contra los nativos, pero Aníbal, de dieciocho años no lo consideraron suficientemente maduro y el poder terminó en manos de su medio-hermano, Asdrúbal. Pero Asdrúbal era pacifista y no compartía el rencor familiar, y se propuso a hacer florecer y expandir las nuevas colonias, hasta el punto en el que firmó un trato con Roma, en el que los romanos no atacaban los cartaginenses con tal de que ellos no cruzaran el río Ebro.
Ocho años reinó Asdrúbal, periodo en el cual fundó una gloriosa ciudad llamada, naturalmente, Nueva Cartago. Pero sus sueños para Hispania quedaron detenidos definitivamente cuando en 221 a.C. un sirviente lo asesinó, y Aníbal, de veintiséis tomó las riendas de las colonias de su padre.


Empieza la Guerra


Tan pronto Aníbal tomó el poder empezó a despejar un camino hacia los Alpes. Cuando empezó a ir hacia el norte, la ciudad de Massalia, que había ayudado a los romanos en los ataques de los Galos, pidió ayuda a Roma. Roma le manda un mensaje a Cartago, advirtiendo, que si atacaban a la ciudad de Sagunto, iba a haber guerra. Como Sagunto está muy al sur del río Ebro, por lo cual, Aníbal tomó por roto el pacto que Roma había firmado con su hermano Asdrúbal, y saqueó la ciudad de Sagunto. Cuando los romanos se enteraron, mandaron a unos embajadores a Cartago, ofreciendo su ultimátum:
A entregaban a Aníbal a Roma, a se enfrentarían a una Segunda Guerra Púnica.
Uno de los embajadores romanos le dijo al senado cartaginés: "En los pliegues de mi vestidura tengo la paz y la guerra, y dejaría caer una dura y cruel guerra si no eran cuidadosos," a lo cual los senadores cartaginenses respondieron: "¡La aceptamos!" y empezó la Segunda Guerra Púnica.


El cruce de los Alpes

Cuando a Aníbal le llegó la noticia de el comienzo de la guerra, zarpó inmediatamente de Nueva Cartago con mas de diez mil hombres a pie, veinte mil de caballería, y treinta y siete elefantes(El numero de sus tropas es sujeto de discusión). 
El contra ataque de Roma fue mandar dos flotas de navíos, uno a interceptar a Aníbal, y el otro a atacar a Cartago. Cornelio Escipión era el comandante de la flota Hispánica, el cual arribó en la boca de el rio Ródano solo para descubrir que estaba tres dias muy tarde, a lo cual se apresuró a devolverse a intentar interceptarlos en el rio Po.
El cruce de los Alpes fue un golpe duro a los Cartaginenses, pues la mayor parte del ejercito de Aníbal estaba compuesto de negros, los cuales pensaban que Hispania era el lugar mas frío que había. Los Alpes, con sus picos nevados a miles de metros de altura aterrorizaron a los hombres, a igual que a los caballos y elefantes. Hombres y caballos se resbalaban y caían cientos de metros hasta romperse contra las piedras que los esperaban. Finalmente, después de quince largos días, las tropas acabaron el duro cruce con perdidas asombrosas de treinta y seis mil soldados y la mayoría de los elefantes.

Aníbal el Grande

Los soldados sobrevivientes estaban desmoralizados y cansados después de el cruce a los Alpes, y se encontraron con el ejercito de Cornelio Escipión en el río Tesina. Incluso en el estado en que estaban, los cartaginenses rompieron lineas casi inmediatamente, y los romanos tuvieron que retirarse para pelear otro día.
Un mes después se encontraron de nuevo en el río Trebbia. La flota romana que estaba en Cartago fue llamado para enfrentar a Aníbal para la confrontación en el Trebbia, en el cual los cartaginenses dieron de baja a un tercio de las tropas romanas. Esta noticia puso a Roma en caos, la gente ya no confiaba en su ejercito, y pensaban que Aníbal iba estar a sus puertas en cualquier momento.
Para el año 217 a.C. Aníbal se iba moviendo hacia el sur con paso firme, arrasando todo en su paso. El cónsul Cayo Flaminio se enfrentó a Aníbal con un ejercito reforzado en el lago Trasimeno, con un resultado catastrófico para los romanos, con mas de quince mil muertos.  Otra vez empezó a entrar pánico en los romanos.
El ejercito de Aníbal parecía imparable, arrasaban las tierras por donde pasaban, e incluso cruzó al frente de Roma, solo para conquistar las tierras al sur de ella.
Al siguiente año, los recién elegidos cónsules Paulo y Varro lograron amasar un ejercito de cien mil hombres, los cuales se encontraron con el ejercito de Aníbal el 2 de Agosto de 216 a.C. en Canas.      
La inteligencia de Aníbal de nuevo venció en esta ocasión. Mandó a unos cuantos soldados atacar de frente contra las tropas romanas, y mandó a sus mercenarios mas feroces a los lados del ejercito, y detrás de el, para tomarlos de sorpresa, el iba a ir al frente de los hombres que iban a atacar de frente, porque el creía que la única manera de que sus soldados lo obedecieran era que el se pusiera en igual peligro que ellos.  
Cuando los romanos entraron al ataque, la linea delantera luchó ferozmente mientras que retrocedía, entonces, los refuerzos de detrás de ellos, y los de los lados atacaron, desencadenando un infierno. En el caos que siguió murieron mas de cincuenta mil romanos. Cuando noticias de la derrota de Canas llegaron a Roma, casi todas las familias romanas habían perdido al menos un integrante.
Batalla de Cannas


El  inclinar de las Escalas

En el año 209 a.C. Escipión, hijo de dos cónsules que habían muerto en Hispania luchando contra Asdrúbal, salió con una flota a conquistar Hispania, y fue exitoso. Asdrúbal logró escapar con las tropas sobrevivientes que se habían quedado en Hispania para defender las colonias. Cruzaron los Alpes, y le mandaron a Aníbal una carta que decía que se reunieran los dos en Umbría, pero esta carta fue interceptada por los romanos, los cuales emboscaron a Asdrúbal en Umbría, dispersando las tropas y matando a Asdrúbal. A este le quitaron la cabeza, y la echaron en el campamento de Aníbal.
Aníbal ya había perdido su hermano y sus colonias. Las escalas empezaban a inclinarse a favor de los romanos.

La Derrota 

Escipión le propuso al senado que la mejor manera de sacar a Aníbal de la vecindad romana era atacar a Cartago, y en el año 204 a.C. se ejecutó el plán que no decepcionó, Cartago envió mensajes de auxilio a Aníbal, pidiendo que regresara a Cartago a defender su hogar, a lo cual Aníbal asintió por patriotismo. Nunca se había visto antes un hombre en exilio dejar su tierra de origen con un corazón tan pesado con el que Aníbal dejó Italia. 
Aníbal llegó a Cartago y reclutó un ejercito de veteranos y mercenarios para defender su "hogar" que no había visto desde que tenía nueve años.
En el año 202 a.C. Escipión intentó un tratado de paz con los cartaginenses, pero falló, en parte porque los de su parte, los romanos, eran la mayoría hijos de los muertos en la batalla de Canas, buscando venganza contra los que les habían robado sus padres.
La Batalla de Zama fue completamente en el favor de Escipión, porque Aníbal no conocía el terreno rocoso de el norte de África, y los soldados que luchaban con el eran mercenarios que solo les interesaba la paga y el botín y a la hora de la verdad, la mayoría huyó. La Batalla de Zama terminó con Aníbal detrás de las murallas de Cartago, y Escipión en control del campo de batalla.

Huida y Muerte

Seis años despues de la derrota de Zama, le llegó un rumor de que sus propios compatriotas lo iban a entregar a los romanos como un gesto de buena intención, sin mas Aníbal huyó. Había estado menos de siete años en su territorio natal.

De Cartago huyó a el Imperio Seleúcido, donde Antíoco III el Grande lo recibió como su consejero militar, porque estaba planeando una guerra contra Roma. Después de una derrota contra Roma en Grecia, Antíoco puso a Aníbal al comando de una flota naval para intentar detener a los romanos en su desplazamiento hacia el corazón del Imperio Seleúcido, pero falló, y tuvo que huir una vez mas.
Se asentó en un pequeño reino llamado Bitinia, en el cual mandó construir siete túneles diferentes para poder escapar si se presentaba la necesidad. Pero en el año 182 a.C. (Según Polibio) un cónsul romano que estaba de visita la reconoció y le exigió a el  rey, Prusias I que lo capturase para presentarse a la justicia romana. Prusias mandó a regañadientes sus soldados para que bloquearan los siete túneles y mataran al viejo general, pero Aníbal no se dejó, y tomo veneno para que no lo capturaran, junto a el había una nota que decía:

"Liberemos a Roma de sus continuas inquietudes que piensan que es mucho tiempo esperar a que un viejo muera"

Ese es el fin de uno de los mas grandes líderes en la historia de la humanidad, muchas veces mal entendido y criticado sin justa razón.